lunes, 22 de junio de 2009

Eviterno

Caminaba por las calles solas y abandonadas.
Me movia un viento tormentoso
no podia ni mantener el equilibrio,
incluso el mental.
Hacía un frio que me calaba los huesos
me llego hasta las neuronas
que ya ni piensan.
Los autos pasaban y pasaban,
y yo caminaba y caminaba
era como si nunca se acabara la calle
se me hacia eterna.

Pero llegué al final... A mí final

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